RT.3 Métodos y escenarios
RT.3.1 Desarrollo de los métodos disponibles para la investigación sobre los impactos del cambio climático, la adaptación y la vulnerabilidad
A partir de la Tercera Evaluación (TIE), la necesidad de perfeccionar los análisis de decisión provocó un aumento en la cantidad de enfoques y métodos en uso para evaluar los impactos del cambio climático, la adaptación y la vulnerabilidad (CCIAV). Mientras que el objetivo de la investigación científica es reducir la incertidumbre, el objetivo de la toma de decisiones es tratar la incertidumbre mediante el mejor uso del conocimiento disponible [2.2.7, 2.3.4]. Generalmente, este proceso entraña una estrecha colaboración entre los investigadores y las partes interesadas [2.3.2].
Por consiguiente, a pesar de que el enfoque estándar de escenario climático se utiliza en muchas de las evaluaciones descritas en este Informe, el uso de otros enfoques está aumentado [2.2.1]. Esto incluye la evaluación de adaptaciones actuales y futuras a la variabilidad y a los cambios climáticos [2.2.3], la capacidad de adaptación, la vulnerabilidad social [2.2.4], factores de tensión múltiples y la adaptación en el contexto de desarrollo sostenible [2.2.5, 2.2.6].
La gestión de riesgos se puede aplicar en todos estos contextos. La gestión de riegos se diseñó para la toma de decisiones ante la incertidumbre. Se han desarrollado muchos marcos detallados para las evaluaciones del CCIAV y su uso se disemina con rapidez. Las ventajas de la gestión de riesgos incluyen el uso de métodos formales de gestión de incertidumbres, la participación de las partes interesadas, el uso de métodos para evaluar opciones de políticas sin tener que dictar políticas, la integración de diferentes enfoques de disciplinas y la dirección de las preocupaciones principales del cambio climático hacia un contexto más amplio en la toma de decisiones [2.2.6].
Las partes interesadas brindan información importante a las evaluaciones del CCIAV sobre una gama de riesgos y su gestión. Específicamente, la forma en la que un grupo o sistema puede afrontar los riesgos climáticos actuales proporciona una base sólida de evaluación de riesgos futuros. Las partes interesadas o bien participan, o bien realizan una cantidad creciente de evaluaciones. Esto ofrece credibilidad y “propiedad” a los resultados, lo que constituye un requisito previo para la gestión de riesgos [2.3.2].