5. Sector del transporte y su infraestructura
Estado y desarrollo del sector
El transporte aumenta a escala mundial a medida que crecen las economías. Esto se cumple, especialmente, en muchas áreas del mundo en desarrollo donde la mundialización está ampliando los flujos comerciales y el incremento de la renta personal está aumentando la demanda de movilidad motorizada. El transporte actual se impulsa principalmente mediante motores de combustión interna alimentados por combustibles petrolíferos (95% del 83 EJ del uso de energía de transporte mundial en 2004). Como consecuencia, el uso del petróleo sigue de cerca al crecimiento del transporte. En el año 2004, la energía del transporte ascendió al 26% del total de la energía mundial utilizada. En el mundo desarrollado, la energía del transporte continúa aumentando ligeramente a más de un 1% anual. El transporte de pasajeros consume actualmente del 60 al 75% del total de la energía del transporte. En los países en desarrollo, el uso de la energía para transporte aumenta con mayor rapidez (del 3 al 5% anual) y se prevé un crecimiento desde el 31% en el año 2002 al 43% del uso mundial de energía para transporte para el año 2005 [5.2.1; 5.2.2].
Se prevé que el transporte aumente considerablemente durante los próximos decenios. A no ser que exista un cambio importante en los patrones actuales de uso energético, las proyecciones indican un aumento continuado en el uso mundial de la energía para transporte del 2% anual, con el uso de energía y las emisiones de carbono aproximadamente un 80% por encima de los niveles de 2002 en el año 2030 [5.2.2].
En las economías desarrolladas, la tenencia de vehículos alcanza la cifra de cinco a ocho automóviles por cada diez habitantes (Gráfico RT.14). En los países en desarrollo, los niveles de tenencia de vehículos son mucho más bajos. En estos países, el transporte no motorizado desempeña una función importante y existe una mayor dependencia de los vehículos motorizados de dos y tres ruedas y del transporte público. Sin embrago, se prevé que la motorización del transporte en el mundo en desarrollo crezca rápidamente en los próximos decenios. A medida que aumenten la renta y el valor del tiempo de los viajeros, se prevé que los viajeros escojan modos de transporte más veloces y cambien de vehículos no motorizados a automóviles, aeronaves y trenes de alta velocidad. El aumento de la velocidad generalmente provoca mayor intensidad energética y mayores emisiones de GEI.
Además de las emisiones de GEI, la motorización del transporte crea problemas de congestión y contaminación del aire en las grandes ciudades del mundo (acuerdo alto, pruebas abundantes) [5.2.1; 5.2.2; 5.5.4].