RT.4.2 Atribución de cambios espaciales y temporales en la temperatura
Es muy probable que el patrón observado del calentamiento troposférico y del enfriamiento estratosférico se deba a la influencia del forzamiento antropogénico, principalmente por el aumento de los gases de efecto invernadero y el agotamiento del ozono estratosférico. Nuevos análisis realizados desde TIE muestran que esta pauta se corresponde con un aumento en la altura de la tropopausa que, probablemente, se deba a cambios en los gases de efecto de invernadero y en el ozono estratosférico. Persiste una importante incertidumbre en el cálculo de las tendencias de temperatura troposférica, en particular a partir del registro de radiosonda. {3.2, 3.4, 9.4}
Es probable que haya habido una contribución antropogénica sustancial a los incrementos de la temperatura superficial promediados por cada continente, exceptuando la Antártida, desde mediados del siglo XX. La Antártida no tiene suficiente cobertura de observaciones para realizar una evaluación. También se ha identificado el calentamiento antropogénico en algunas zonas terrestres subcontinentales. La posibilidad de contar con modelos climáticos acoplados para simular la evolución de la temperatura en cada uno de los seis continentes proporciona pruebas de peso respecto a la influencia humana en el clima mundial, por encima de lo disponible en el TIE. Ningún modelo climático mundial acoplado que sólo haya usado el forzamiento natural ha reproducido la tendencia observada de calentamiento medio mundial o las tendencias de calentamiento medio en los continentes individuales (excepto en la Antártida) durante la segunda mitad del siglo XX. {9.4}
Persisten las dificultades para atribuir los cambios de temperatura a escalas más pequeñas que las continentales y durante escalas de tiempo de menos de 50 años. Los resultados de la atribución en estas escalas, salvo en excepciones limitadas, no se han establecido. Al hacer un promedio entre las regiones más pequeñas se reduce menos la variabilidad que cuando se promedia entre las regiones extensas, lo que hace más difícil distinguir entre los cambios que se pueden derivar de un forzamiento externo y la variabilidad. Además, los cambios de temperatura asociados con algunos modos de variabilidad están pobremente simulados en los modelos de algunas regiones y estaciones. Por otra parte, los detalles a pequeña escala del forzamiento externo y las respuestas simuladas por los modelos son menos creíbles que las características a gran escala. {8.3, 9.4}
Es probable que el forzamiento antropogénico haya afectado a las temperaturas superficiales extremas. Muchos indicadores de fenómenos extremos, incluidas las cifras anuales y la mayoría de los valores extremos de días y noches cálidos y fríos, así como las cifras de días con escarcha, muestran cambios que son consecuentes con el calentamiento. Se ha detectado una influencia antropogénica en algunos de estos índices y hay evidencia que el forzamiento antropogénico puede que haya incrementado sustancialmente el riesgo de condiciones de verano sumamente calurosas a nivel regional, tal como las de la ola de calor europea de 2003. {9.4}