Regiones Polares
En las regiones polares, se prevé que los principales efectos biofísicos sean reducciones en el espesor y la extensión de los glaciares y de los mantos de hielo, así como cambios en los ecosistemas naturales con efectos perjudiciales en muchos organismos, entre los que se encuentran, las aves migratorias, los mamíferos y los superpredadores. En el Ártico, hay otros impactos adicionales como la disminución de la extensión de los hielos marinos y del permafrost, aumento de la erosión de las costas y un incremento de la profundidad del deshielo estacional del permafrost. **D [15.3, 15.4, 15.2]
Para las comunidades humanas del Ártico, se prevén impactos positivos y negativos, específicamente los resultantes de los cambios en las condiciones del hielo y de la nieve. Los efectos perjudiciales incluirían aquellos que afecten a las infraestructuras y a los modos de vida indígenas tradicionales.** D [15.6, 15.4]
Los impactos beneficiosos incluirían reducción de los costes de calefacción y más rutas marítimas navegables en el norte. *D [15.4]
En ambas regiones polares, se prevé la vulnerabilidad de ecosistemas y hábitats específicos, a medida que vayan disminuyendo las barreras que impiden la invasión de especies. ** D [15.6, 15.4]
Las comunidades humanas del Ártico ya se han ido adaptando al cambio climático, pero los factores de tensión, tanto externos como internos, desafían a sus capacidades de adaptación. A pesar de la capacidad de resistencia demostrada históricamente por las comunidades indígenas del Ártico, algunos modos de vida tradicionales están siendo amenazados y se precisan inversiones sustanciales para la adaptación o reubicación de estructuras físicas y comunidades. ** D [15.ES, 15.4, 15.5, 15.7]