Investigación, desarrollo, implementación, difusión y transferencia de tecnología
El ritmo y coste de cualquier respuesta a las preocupaciones sobre el cambio climático dependerá también críticamente del coste, desempeño y disponibilidad de tecnologías que puedan disminuir las emisiones en el futuro, aunque son muy importantes otros factores como el crecimiento de la riqueza y demográfico [2.7].
La tecnología influye simultáneamente en la dimensión del problema del cambio climático y el coste de su solución. La tecnología es un conjunto amplio de aptitudes y herramientas que cubren los conocimientos, experiencia y equipamiento, utilizada por los seres humanos para producir servicios y transformar recursos. La función principal de la tecnología para mitigar las emisiones de GEI es controlar el coste social de las reducciones de las emisiones. Muchos estudios muestran el valor económico significativo de las mejoras en las tecnologías para mitigar las emisiones que ya se utilizan y el desarrollo e implementación de tecnologías avanzadas para mitigar las emisiones (acuerdo alto, pruebas abundantes) [2.7.1].
Se prevé que una carpeta amplia de tecnologías desempeñe un papel a la hora de alcanzar los objetivos de la CMCC y gestionar los riesgos del cambio climático, debido a la necesidad de reducir las emisiones en gran medida, la gran variación de las circunstancias nacionales y la incertidumbre sobre el desempeño de opciones individuales. Las políticas climáticas no representan el único determinante del cambio tecnológico. Sin embargo, una revisión de los escenarios futuros (véase el Capítulo 3) indica que la tasa total del cambio de tecnologías en ausencia de políticas climáticas podría ser tan grande como, o aún más grande que, la influencia de las propias políticas climáticas (acuerdo alto, pruebas abundantes) [2.7.1].
El cambio tecnológico es especialmente importante durante las escalas de tiempo a largo plazo que caracterizan al cambio climático. Las escalas de tiempo que duran decenios o siglos son típicas de los retrasos entre la innovación tecnológica y la difusión general y de las tasas de rotación de capital características de las existencias de capital e infraestructuras energéticas duraderas.
Muchos enfoques se utilizan para dividir el proceso del cambio tecnológico en fases diferentes. Una consiste en considerar el cambio tecnológico como un proceso dividido en dos partes: 1) concebir, crear y desarrollar nuevas tecnologías o mejorar las tecnologías existentes; mejorar la «frontera tecnológica»; 2) la difusión o implementación de estas tecnologías. Nuestra comprensión de la tecnología y su función al tratar el cambio climático mejora cada día. Sin embargo, resultan complejos los procesos de creación, desarrollo, implementación y, finalmente, reemplazo de la tecnología (véase el Gráfico RT.6) y no existen descripciones sencillas de estos procesos. El desarrollo e implementación tecnológico se caracteriza por dos problemas de bienes públicos. En primer lugar, el nivel de I+D no es óptimo porque los responsables de decisiones privados no pueden captar el valor total de las inversiones privadas. En segundo lugar, existe un problema clásico de efectos externos en el medio ambiente, ya que los mercados privados no reflejan el coste total del cambio climático (acuerdo alto, pruebas abundantes) [2.7.2].
Tres fuentes importantes de cambio tecnológico son: I+D, aprendizaje y fugas.
- I+D abarca un amplio conjunto de actividades en las cuales las firmas, gobiernos y otras entidades disponen recursos principalmente para obtener nuevos conocimientos que se pueda incluir en tecnologías nuevas o mejoradas.
- Aprendizaje es el resultado agregado de fuentes complejas subyacentes de avances tecnológicos que a menudo incluyen aportes importantes de I+D, fugas y economías de escala.
- Fugas se refiere a la transferencia de conocimiento o beneficios económicos de la innovación de una firma, industria u otra entidad individual, o de una tecnología a otra.
En general, las pruebas empíricas y teóricas sugieren claramente que estas tres fuentes desempeñan una función importante en el avance tecnológico y no existe una razón convincente para creer que una es más importante que las otras. Como las fugas de otros sectores ha tenido un gran efecto en la innovación del sector energético, una base tecnológica sólida y amplia puede ser tan importante para el desarrollo de tecnologías pertinentes al cambio climático como el cambio climático explícito o la investigación energética. Se necesita una carpeta amplia de investigaciones porque no se pueden identificar con antelación los ganadores y perdedores. Las fuentes del cambio tecnológico frecuentemente se incluyen dentro de los controladores generales «presión de la oferta» (por ejemplo, vía I+D) o «tirón de la demanda» (por ejemplo, vía aprendizaje). Sin embargo, estos no constituyen simplemente substitutos, sino que pueden presentar interacciones altamente complementarias (acuerdo alto, pruebas abundantes) [2.7.2].
Con relación a la transferencia tecnológica, todavía tienen validez los principales hallazgos del Informe Especial del IPCC sobre Cuestiones Metodológicas y Tecnológicas de la Transferencia de Tecnología (2000): se necesita crear un entorno apropiado favorable en países anfitriones y destinatarios (acuerdo alto, pruebas abundantes) [2.7.3].