IPCC Fourth Assessment Report: Climate Change 2007
Informe del Grupo de Trabajo III - Mitigación del Cambio Climático

Fuentes de emisiones y sumideros; tendencias

A escala mundial, durante el último decenio del siglo XX, la deforestación en los trópicos y el resurgimiento de bosques en las zonas templadas y partes de la zona boreal constituyeron los factores principales responsables de las emisiones y eliminaciones de CO2, respectivamente (Tabla RT.12, Gráfico RT.21). Se estima que las emisiones derivadas de la deforestación en el decenio de 1990 ascendieron a 5,8 GtCO2/año.

Tabla RT.12: Estimaciones de áreas boscosas, cambios netos en las áreas boscosas (las cifras negativas indican un decrecimiento), reserva de carbono en la biomasa viva y crecimiento de la reserva en 1990, 2000 y 2005 [Tabla 9.1].

Región Área boscosa (millones ha) Cambio anual (millones ha/año) Reserva de carbono en la biomasa viva (MtCO2Aumento de la reserva en 2005 
2005 1990-2000 2000-2005 1990 2000 2005 (millones m3) 
África 635.412 -4.4 -4.0 241267 228067 222933 64957 
Asia 571.577 -0.8 1.0 150700 130533 119533 47111 
Europaa) 1001.394 0.9 0.7 154000 158033 160967 107264 
América del Norte y Central 705.849 -0.3 -0.3 150333 153633 155467 78582 
Oceania 206.254 -0.4 -0.4 42533 41800 41800 7361 
América del Sur 831.540 -3.8 -4.3 358233 345400 335500 128944 
Mundo 3952.026 -8.9 -7.3 1097067 1057467 1036200 434219 

Nota:

a) Incluida toda la Federación Rusa.

Gráfico RT.21

Gráfico RT.21: Balance histórico del carbono de los bosques (MtCO2) por regiones, 1855–2000 [Gráfico 9.2].

Notas: verde = sumidero; EOCAC = países de Europa oriental, Cáucaso y Asia central. Los datos promedian un período de cinco años; los años marcan el año donde comienza el período.

Sin embargo, las observaciones reales del terreno y las estimaciones de los modelos descendentes no concuerdan en cuanto a la medida en que la pérdida de carbono debida de la deforestación tropical se compensa con la expansión de las áreas boscosas y la acumulación de la biomasa leñosa en las zonas boreales y templadas. Los métodos descendentes basados en la inversión de modelos de transporte atmosférico estiman que el sumidero de carbono terrestre neto en el decenio de 1990, el balance entre los sumideros en latitudes nortes y las fuentes en los trópicos, es de aproximadamente 9,5 GtCO2. Las estimaciones actuales se corresponden con el aumento hallado anteriormente en el sumidero de carbono terrestre en el decenios de 1990 respecto al de 1980, pero las estimaciones actuales de los sumideros y la tasa de aumento pueden ser menores que los indicados anteriormente. La estimación residual de sumidero derivado de la inversión de los modelos de transporte atmosférico es considerablemente mayor que cualquier otra estimación mundial de sumidero basado en observaciones terrestres.

Una mayor comprensión de la complejidad de los efectos del cambio de la superficie de la tierra en el sistema climático muestra la importancia de considerar la función del albedo de superficie, los flujos de calor sensible y latente, la evaporación y otros factores a la hora de elaborar políticas para mitigar el cambio climático en el sector forestal. Se necesitan herramientas complejas de modelado para considerar completamente el efecto climático del cambio de la superficie terrestre y para gestionar las reservas de carbono en la biosfera, pero todavía no están disponibles. El efecto potencial del cambio climático proyectado sobre el balance neto de carbono en los bosques aún es incierto [9.3; 9.4].

Debido a que el incluso el funcionamiento actual de la biosfera es incierto, es muy difícil proyectar el balance de carbono del sector forestal mundial. Generalmente, existe una falta de estudios ampliamente aceptados y, por tanto, faltan líneas de base. Las tendencias del desarrollo en los países que no pertenecen a la OCDE y, por consiguiente, de la tasa de deforestación, no están definidas. En los países de la OCDE y en economías en transición, el desarrollo de tendencias de gestión, el mercado de productos de la madera y los impactos del cambio climático permanecen inciertos. Los modelos a largo plazo según el Capítulo 3, muestran emisiones de CO2 de línea de base derivadas del cambio en los usos del territorio y silvicultura en el año 2030 que son iguales o ligeramente inferiores que las del año 2000 (acuerdo mediano, pruebas medianas) [9.3; 9.4].