IPCC Fourth Assessment Report: Climate Change 2007
Informe del Grupo de Trabajo III - Mitigación del Cambio Climático

Interacción de las opciones de mitigación con la vulnerabilidad y adaptación

Los vínculos entre la adaptación y mitigación en el sector industrial son reducidos. Muchas opciones de mitigación (por ejemplo, eficiencia energética, recuperación térmica y energética, reciclaje) no son vulnerables al cambio climático y, por tanto, no crean vínculos de adaptación. Otras, como el cambio de combustibles o de fuentes de alimentación (por ejemplo, a biomasa u otras fuentes de energía renovable) pueden ser vulnerables al cambio climático [7.8].

Eficacia de las políticas climáticas y experiencia con las mismas, potenciales, barreras y oportunidades / problemas de implementación

Los países industrializados o en desarrollo no están utilizando el total de las opciones de mitigación disponibles. En muchas zonas del mundo, las regulaciones gubernamentales o del mercado no demandan la mitigación de GEI. En estas áreas, las empresas invertirán en la mitigación de GEI en la medida en que otros factores suministren un retorno por sus inversiones. Este retorno puede ser económico; por ejemplo, proyectos de eficiencia energética que brinden una retribución económica o en términos de lograr mayores metas corporativas, por ejemplo, un compromiso con el desarrollo sostenible. El potencial económico, como se describe anteriormente, solamente se logrará si se ponen en práctica políticas y regulaciones. Un aspecto importante lo constituye que, como se ha indicado anteriormente, la mayoría de las industrias con consumo intenso de energía se ubican en países en desarrollo. La baja tasa de rotación del capital social constituye también una barrera para muchas industrias, así como la falta de recursos financieros y técnicos necesarios a la hora de implementar las opciones de mitigación y los límites en la capacidad de las firmas industriales, especialmente medianas y pequeñas empresas, para acceder y absorber información sobre las opciones disponibles (acuerdo alto, pruebas abundantes) [7.9.1].

Desde principios del decenio de 1990 se han utilizado acuerdos voluntarios entre la industria y el gobierno para disminuir el uso energético y las emisiones de GEI. Los acuerdos bien diseñados, que definen objetivos prácticos y cuentan con suficiente apoyo gubernamental, a menudo como parte de un paquete más amplio de medidas medioambientales, y una amenaza real de aumento de las regulaciones gubernamentales o impuestos sobre energía/GEI si no se logran los objetivos, pueden suministrar más ahorros energéticos o reducciones de emisiones que los métodos tradicionales. Algunos acuerdos han acelerado la aplicación de las mejores tecnologías disponibles y producido disminuciones de emisiones en comparación con la línea de base, principalmente en países con una tradición de estrecha colaboración entre el gobierno y la industria. Sin embargo, la mayoría de los acuerdos voluntarios no han logrado una disminución significativa de las emisiones respecto a las prácticas habituales. Las empresas, gobiernos regionales, organizaciones no gubernamentales (ONG) y grupos civiles están adoptando una amplia variedad de acciones voluntarias, independientemente de las autoridades gubernamentales, que pueden reducir las emisiones de GEI, estimular las políticas innovadoras y alentar el desarrollo de nuevas tecnologías. Sin embrago, estas acciones por sí solas generalmente tienen un impacto limitado.

Las políticas que disminuyen las barreras para adoptar tecnologías rentables y de bajas emisiones de GEI (por ejemplo, falta de información, ausencia de normas y falta de disponibilidad de financiación para la compra inicial de tecnología moderna) pueden ser eficaces. Muchos países, desarrollados y en desarrollo, tienen esquemas financieros disponibles para promover el ahorro energético en la industria. Según un estudio del Consejo de Energía Mundial, 28 países suministran algún tipo de subvención o subsidio para proyectos de eficiencia energética. A menudo se utilizan medidas fiscales para estimular los ahorros de energía en la industria. Sin embargo, un inconveniente de los incentivos financieros es que a menudo los utilizan inversores que habrían hecho la inversión sin incentivos. La restricción de esquemas en grupos de objetivos y/o técnicas específicos (selección de listas de equipos, sólo tecnologías innovadoras) o el uso de criterios directos de rentabilidad son posibles soluciones para mejorar la rentabilidad [7.9.3].

Existen o se están desarrollando muchos sistemas de comercio con emisiones de CO2 a escala nacional, regional o sectorial. Estos sistemas comerciales se pueden mejorar mediante pruebas que muestren que, en algunas cuestiones importantes, los participantes del sector industrial hacen frente a situaciones significativamente diferentes que los del sector eléctrico. Por ejemplo, las respuestas al precio de las emisiones de carbono en el sector industrial tienden a ser menores debido a la más reducida carpeta de tecnologías y la ausencia de posibilidades de cambio de combustible a corto plazo. Esto provoca que los mecanismos predecibles de distribución y las señales estables de precios sean más importantes para la industria [7.9.4].

Según el TAR, las empresas industriales de todos los tamaños son vulnerables a los cambios de políticas gubernamentales y preferencias del consumidor. Esto justifica la importancia de un régimen estable de políticas para la industria (acuerdo alto, pruebas abundantes) [7.9].