Interacciones de las opciones de mitigación con la vulnerabilidad y adaptación
Las actividades de mitigación en la silvicultura se pueden diseñar para que sean compatibles con la adaptación al cambio climático, mantenimiento de la biodiversidad y el fomento del desarrollo sostenible. Si comparamos los beneficios conjuntos y costes para el entorno y la sociedad con los beneficios del carbono intensificará los compromisos y sinergias y ayudará a fomentar el desarrollo sostenible.
La literatura sobre la interacción entre la mitigación forestal y el cambio climático se encuentra en una fase temprana. Es probable que los bosques reciban los impactos del cambio climático, lo que podría reducir su potencial de mitigación. Una opción primaria de adaptación de la gestión es reducir en los bosques tantos factores de tensión subordinados como sea posible.
El mantenimiento de poblaciones ampliamente dispersas y viables de especies individuales minimiza la probabilidad de que las situaciones catastróficas localizadas provoquen la extinción de las especies. La constitución de zonas protegidas o reservas naturales es un ejemplo de mitigación así como la adaptación. La protección de zonas (con corredores) también conduce a la conservación de la biodiversidad y, a su vez, reduce la vulnerabilidad al cambio climático.
Los proyectos de mitigación forestal proporcionan beneficios conjuntos de adaptación en otros sectores. Los ejemplos incluyen a la agrosilvicultura que reduce la vulnerabilidad a las sequías de la producción de los cultivos de regadío, a los manglares que reducen la vulnerabilidad de los asentamientos humanos costeros y a los cortavientos que aminoran la desertificación (acuerdo mediano, pruebas medianas) [9.5].