Conocimiento y Atribución del Cambio Climático
Esta evaluación considera registros más prolongados y mejorados, un rango ampliado de observaciones y mejoras en la simulación de muchos aspectos climáticos y su variabilidad sobre la base de estudios posteriores al TIE. También se consideran los resultados de nuevos estudios de atribución que evaluaron si los cambios observados son concuerdan cuantitativamente con la respuesta esperada a forzamientos externos y no lo hacen con otras explicaciones físicamente plausibles.
La mayor parte del aumento observado en las temperaturas medias mundiales desde a mediados del siglo XX se debe muy probablemente al aumento observado de las concentraciones de gas de efecto invernadero de origen antropógeno. Esto constituye un avance desde la conclusión del TIE de que “es probable que la mayoría del calentamiento observado en los últimos 50 años se deba al aumento de las concentraciones de gas de efecto invernadero.” Las influencias humanas discernibles ahora se extienden a otros aspectos climáticos como el calentamiento de los océanos, las temperaturas medias continentales, temperaturas extremas y pautas del viento (véase la Figura RRP.4 y la Tabla RRP.2). {9.4, 9.5}
- Es probable que los aumentos en las concentraciones de gases de efecto invernadero por si mismos hayan ocasionado más calentamiento que el observado porque los aerosoles volcánicos y los antropógenos han compensado parte del calentamiento que hubiera tenido lugar de no ser así. {2.9, 7.5, 9.4}
- El calentamiento generalizado observado de la atmósfera y el oceáno, conjuntamente con la pérdida de la masa de hielo, apoyan la conclusión de que es extremadamente improbable que los cambios de los últimos 50 años puedan ser explicados sin el forzamiento externo, y muy probable que no se deban únicamente a causas naturales conocidas. {4.8, 5.2, 9.4, 9.5, 9.7}
- Se ha detectado calentamiento del sistema climático en los cambios de las temperaturas de la superficie y la atmósfera en los varios cientos de metros de la parte superior del océano y en las contribuciones a la elevación del nivel del mar. Los estudios de atribución ha establecido la presencia de contribuciones antropógenas en todos esos cambios. Las pautas observadas del calentamiento troposférico y el enfriamiento estratosférico se deben muy probablemente a las influencias combinadas de los aumentos del gas de efecto invernadero y el agotamiento del ozono estratosférico. {3.2, 3.4, 9.4, 9.5}
- Es probable que haya habido un calentamiento antropógeno significativo durante los últimos 50 años como promedio en todos los continentes excepto en la Antártida (véase la Figura RRP.4). Las pautas de calentamiento observadas, incluyendo más calentamiento sobre la tierra que sobre el océano, y sus cambios a lo largo del tiempo, son simuladas solamente con modelos que incluyen forzamiento antropógeno. La capacidad de los modelos climáticos acoplados para simular la evolución de la temperatura observada en los seis continentes brinda una evidencia más marcada de la influencia humana en el clima que la reportada en el TIE. {3.2, 9.4}
- Aún se presentan dificultades en la simulación y atribución fidedignas de los cambios de temperatura observados a menor escala. En esas escalas, la variabilidad natural del clima es relativamente mayor, lo cual dificulta distinguir los cambios esperados debidos a forzamientos externos. Las incertidumbres en los forzamientos locales y las retroefectos dificultan también la estimación de la contribución de los aumentos del gas de efecto invernadero a los cambios de temperatura observados a pequeña escala. {8.3, 9.4}
- Es probable que el forzamiento antropógeno haya contribuido a los cambios en las pautas del viento, al afectar la trayectoria de las tormentas extra-tropicales y las pautas de temperatura en ambos hemisferios. No obstante, los cambios observados en la circulación del hemisferio norte son mayores que los simulados en respuesta al cambio de forzamiento del siglo XX. {3.5, 3.6, 9.5, 10.3}
- Es probable que las temperaturas de las noches más extremadamente cálidas y de las noches y los días fríos más extremos hayan aumentado debido al forzamiento antropógeno. Es más probable que improbable que el forzamiento antropógeno haya aumentado el riesgo de las olas de calor (véase la Tabla RRP.2). {9.4}
El análisis de los modelos climáticos, conjuntamente con las limitaciones de las observaciones, permite ofrecer, por primera vez, un margen de probabilidad evaluado de la sensibilidad del clima y aumenta la confianza en el conocimiento de la respuesta del sistema climático al forzamiento radiativo. {6.6, 8.6, 9.6, Encuadro 10.2}
- La sensibilidad del clima en equilibrio es una medida de la respuesta del sistema climático al forzamiento radiativo sostenido. No constituye una proyección, pero se define como el calentamiento medio de la superficial mundial o subsiguiente a la duplicación de las concentraciones de dióxido de carbono. Es probable que se encuentre entre en el intervalo de 2°C a 4.5°C, siendo la mejor estimación unos 3°C, y es muy improbable que sea menor de 1.5°C. Los valores substancialmente más altos que 4.5°C no pueden ser excluidos, pero la concordancia de los modelos con las observaciones no es tan buena para esos valores. Los cambios en el vapor de agua representan la mayor retroacción que afecta a la sensibilidad del clima y ahora se comprenden mejor que en el TIE. Las retroacciones de las nubes siguen siendo la mayor fuente de incertidumbre. {8.6, 9.6, Recuadro 10.2}
- Es muy improbable que los cambios climáticos de al menos los siete siglos anteriores a 1950 se deban solamente a la variabilidad generada dentro del sistema climático solamente. Una fracción significativa de la variabilidad interdecenal reconstruida del hemisferio norte durante esos siglos es muy probable que sea atribuible a las erupciones volcánicas y a los cambios en la irradiancia solar y es probable que el forzamiento antropógeno haya contribuido al calentamiento de los albores del siglo XX evidente en estos registros. {2.7, 2.8, 6.6, 9.3}