RT.5.1 Interpretación del cambio climático a corto plazo
El conocimiento del sistema climático. junto con las simulaciones de modelos, confirma que cambios pasados en las concentraciones de gases de efecto invernadero llevarán a un calentamiento previsto (véase Recuadro RT.9 para una definición) y a un cambio climático futuro. Los nuevos resultados de modelos para experimentos en los que las concentraciones de todos los agentes de forzamiento se mantuvieron constantes, proporcionan mejores cálculos de los cambios previstos en variables atmosféricas que ocurririrían debido al largo tiempo de respuesta del sistema climático, en particular los océanos. {10.3, 10.7}
Recuadro RT.9: Cambio climático previsto
Si se mantuvieron fijas las concentraciones de gases de efecto invernadero y aerosoles después de un período de cambio, el sistema climático continuaría brindando respuesta debido a la inercia térmica de los océanos y al prolongado tiempo de ajuste. “Calentamiento previsto” se define en este informe como el cambio futuro en la temperatura media mundial si la composición atmosférica y, por tanto el forzamiento radiativo, se mantienen constantes. El cambio asegurado también implica otros aspectos del sistema climático, en particular el nivel del mar. Nótese que mantener constantes las concentraciones de una especie radiativamente activa implicaría que las emisiones continuadas coincidirían con las tasas de eliminaciones naturales, lo que para la mayoría de las especies equivaldría a una gran reducción de las emisiones, aunque los experimentos de modelos correspondientes no se consideren como escenarios de emisiones. {PF 10.3}
La troposfera se ajusta a los cambios en sus condiciones límites durante escalas de tiempo aproximadamente menores a un mes. El océano superior responde en escalas de tiempo que oscilan desde varios años hasta decenios y el océano profundo y los mantos de hielo responden a escalas de tiempo que oscilan desde siglos hasta milenios. Cuando cambia el forzamiento radiativo, las propiedades internas de la atmósfera tienden a ajustarse rápidamente. Sin embargo, como la atmósfera se acopla fuertemente a la capa mixta oceánica que a su vez se acopla a la capa oceánica más profunda, se necesita un tiempo muy largo para que las variables atmosféricas alcancen el equilibrio. Durante los períodos largos en los que el clima de la superficie cambia muy despacio, se puede considerar que la atmósfera está en un estado de cuasi-equilibrio, y el océano absorbe más energía, para que la incorporación oceánica de calor sea una medida importante de cambio climático. {10.7}
En la actualidad, se pueden comparar las proyecciones anteriores del IPCC sobre cambios climáticos futuros y las observaciones recientes, ganando creciente confianza en las proyecciones a corto plazo y la interpretación física subyacente del cambio climático previsto durante decenios. Las proyecciones para el período entre 1990 y 2005 realizadas para el PIE y el SIE hicieron pensar en aumentos de la temperatura media mundial de alrededor de 0,3°C y 0,15°C por decenio, respectivamente. La diferencia entre ambos informes se debió principalmente a la inclusión de aerosoles en los efectos de enfriamiento en el SIE, ya que no había ninguna base cuantitativa para hacerlo en el PIE. Las proyecciones que aparecen en el TIE son similares a las del SIE. Estos resultados son comparables a los valores observados de aproximadamente 0,2°C por decenio, tal como aparece en el Gráfico RT.26, y proporciona una gran confianza en dichas proyecciones a corto plazo. Parte de este calentamiento es el efecto previsto de los cambios en las concentraciones de los gases de efecto invernadero anteriores al momento en que se hicieron las evaluaciones. {1.2, 3.2}
El cambio climático previsto (véase Recuadro RT.9) debido a la composición atmosférica en el año 2000, corresponde a una tendencia de calentamiento de aproximadamente 0,1°C por decenio, durante los próximas dos decenios, ante la ausencia de grandes cambios en el forzamiento volcánico o solar. Se podría prever que se duplicase el calentamiento (0,2°C por decenio) si las emisiones disminuyeran dentro del rango de los escenarios IE-EE marcadores. Este resultado es insensible a la elección de escenarios IE-EE marcadores que no consideran las iniciativas del clima. Para 2050, el índice de calentamiento previsto muestra una sensibilidad limitada a la elección de escenarios IE-EE (de 1,3°C a 1,7°C relativo a 1980–1999) debiéndose al cambio climático previsto si todos los agentes de forzamiento radiativo se estabilizaran en la actualidad. {10.3, 10.5, 10.7}
Se espera que el nivel del mar continúe subiendo durante los próximos decenios. Durante el período entre 2000 y 2020 bajo el escenario IE-EEA1B en el conjunto de CMGAO, la tasa de dilatación térmica se pronostica en 1,3 ± 0,7 mm año–1 y no es significativamente diferente a la de los escenarios A2 o B1. Estas tasas proyectadas están dentro de la incertidumbre de la parte de dilatación térmica observada para 1993–2003 de 1,6 ± 0,6 mm año–1. El ratio de dilatación térmica prevista, causada por una composición atmosférica constante según valores del año 2000, a dilatación térmica total (el ratio de expansión que ocurre después de año 2000 con respecto de la que ocurre antes y después) es mayor que la ratio correspondiente del promedio de temperatura superficial mundial. {10.6, 10.7}