Investigación, desarrollo, aplicación, difusión y transferencia tecnológica
Muchas de las estrategias de mitigación descritas sector agrícola emplean la tecnología existente. Por ejemplo, el aumento del rendimiento de cultivos y la productividad animal provoca la disminución de las emisiones por unidad de producción. Los aumentos en la productividad se obtienen mediante una amplia gama de prácticas – mejor gestión, cultivos genéticamente modificados, perfeccionamiento de los cultivos, sistemas de recomendación de fertilizantes, agricultura de precisión, mejora de las especies de animales, mejora de la nutrición animal, aditivos dietéticos e impulsores del crecimiento, aumento de la fertilidad en los animales, fuentes de alimentación bioenergéticas, digestión anaerobia de lodos y sistemas de captura de CH4 – que reflejan la tecnología existente (acuerdo alto, pruebas abundantes). Algunas estrategias incluyen nuevos usos de las tecnologías existentes. Por ejemplo, los aceites se usan hace muchos años en las dietas animales para aumentar su contenido energético, pero su función y viabilidad para eliminar el CH4 todavía es nueva y no está bien definida. Se necesita más investigación y desarrollo en algunas tecnologías [8.9].
Perspectiva a largo plazo
Es posible que la demanda de alimentos se duplique para el año 2050 y conduzca a prácticas de producción intensiva (por ejemplo, aumento del uso de fertilizantes nitrogenados). Además, los aumentos proyectados en el consumo de productos ganaderos aumentarán las emisiones de CH4 y N2O si se incrementa la cantidad de ganado. Esto provocaría un aumento de las emisiones en la línea de base después de 2030 (acuerdo alto, pruebas medianas). Las medidas de mitigación agrícola ayudarán a reducir las emisiones de GEI por unidad de producto respecto a la línea de base. Sin embargo, hasta el año 2030, sólo aproximadamente el 10% del potencial de mitigación se corresponde con el CH4 y N2O. La aplicación de nuevas prácticas de mitigación para los sistemas ganaderos y aplicaciones de fertilizantes será esencial en la prevención del aumento de las emisiones derivadas de la agricultura después de 2030.
Además, otras incertidumbres impiden proyectar los potenciales de mitigación a largo plazo. Por ejemplo, los efectos del cambio climático son inciertos: el cambio climático futuro puede disminuir las tasas de secuestro de carbono del suelo o podría incluso liberar el carbono del suelo, aunque el efecto es incierto ya que el cambio climático puede también aumentar la introducción de carbono en el suelo mediante una alta producción de cultivos. Algunos estudios indican que las mejoras tecnológicas pueden contrarrestar en potencia los impactos negativos del cambio climático en las reservas de carbono de los suelos de cultivo y forraje, de manera que el perfeccionamiento tecnológico representa un factor clave para la mitigación futura de los GEI. Tales tecnologías podrían actuar, por ejemplo, mediante el aumento de la producción, aumentando así el contenido de el retorno del carbono al suelo y reduciendo la demanda de nuevos suelos cultivables (acuerdo alto, pruebas medianas) [8.10].