IPCC Fourth Assessment Report: Climate Change 2007
Informe de síntesis

2.4 Atribución de causas del cambio climático

Para atribuir las causas del cambio climático se evalúa si los cambios observados son coherentes, en términos cuantitativos, con la respuesta esperada a los forzamientos externos (por ejemplo, los cambios de la irradiancia solar o de los GEI antropógenos) e incoherentes con otras posibles explicaciones físicamente plausibles. {GTI RT.4, RRP}

El aumento observado del promedio mundial de las temperaturas desde mediados del siglo XX se debe en su mayor parte, muy probablemente, al aumento observado de las concentraciones de GEI antropógenos.[8] Esta conclusión representa un avance, ya que el TIE indicaba que la mayor parte del calentamiento observado en los últimos cincuenta años se debía probablemente al aumento de las concentraciones de GEI (Figura 2.5). {GTI 9.4, RRP}

Cambio de la temperatura mundial y continental

Figura 2.5

Figura 2.5. Comparación entre los cambios a escala continental y mundial observados en la temperatura superficial y los resultados simulados por modelos climáticos que utilizan forzamientos naturales, o naturales y antropógenos. Se han indicado los promedios decenales de las observaciones correspondientes al período 1906-2005 (línea negra) respecto de la fecha central del decenio y respecto del promedio correspondiente al período 1901-1950. Las líneas de trazos denotan una cobertura espacial inferior al 50%. Las franjas sombreadas en azul denotan la horquilla del 5 al 95% correspondiente a 19 simulaciones obtenidas de cinco modelos climáticos que utilizan únicamente los forzamientos naturales vinculados a la actividad solar y a los volcanes. Las franjas sombreadas en rojo denotan la horquilla del 5 al 95% correspondiente a 58 simulaciones obtenidas de 14 modelos climáticos que utilizan forzamientos naturales y antropógenos. {GTI Figura RRP.4}

El calentamiento generalizado observado en la atmósfera y en el océano, junto con la pérdida de masa de hielo, refuerzan la conclusión de que es extremadamente improbable que el cambio climático mundial de los últimos cincuenta años sea explicable en ausencia de un forzamiento externo, y muy probable que no se deba exclusivamente a causas naturales conocidas. Durante ese período, la suma de los forzamientos solares y volcánicos habría producido probablemente un enfriamiento, y no un calentamiento. El calentamiento del sistema climático ha sido detectado en los cambios de temperatura de la superficie y de la atmósfera, y de la capa superior del océano hasta una profundidad de varios centenares de metros. La pauta observada del calentamiento troposférico y del enfriamiento estratosférico se debe muy probablemente a la influencia conjunta de los aumentos de GEI y al agotamiento del ozono de la estratosfera. Es probable que el aumento de las concentraciones de GEI haya causado por sí solo un calentamiento mayor del observado, ya que los aerosoles volcánicos y antropógenos han compensado parte del calentamiento que, de otro modo, habría acaecido. {GTI 2.9, 3.2, 3.4, 4.8, 5.2, 7.5, 9.4, 9.5, 9.7, RT.4.1, RRP}

Es probable que se haya producido un calentamiento antropógeno importante durante los últimos cincuenta años, en promedio para cada continente (excepto la Antártida) (Figura 2.5). {GTI 3.2, 9.4, RRP}

Las pautas observadas del calentamiento, y en particular el mayor calentamiento experimentado en tierra firme, así como su variación a lo largo del tiempo, son simulados únicamente mediante modelos que incorporan forzamientos antropógenos. Ningún modelo climático mundial acoplado basado únicamente en forzamientos naturales ha conseguido reproducir las tendencias del calentamiento medio de los distintos continentes (excepto la Antártida) durante la segunda mitad del siglo XX. {GTI 3.2, 9.4, RT.4.2, RRP}

Subsisten dificultades para simular y atribuir las causas de los cambios de temperatura observados a menores escalas. En tales niveles, la variabilidad natural del clima es relativamente mayor, por lo que resulta más difícil discernir los cambios esperados por efecto de forzamiento externo. Asimismo, las incertidumbres de los forzamientos locales vinculados, por ejemplo, a los aerosoles o a los cambios de uso de la tierra, y de los retroefectos hacen difícil estimar la contribución de los aumentos de GEI a los cambios de temperatura observados en pequeñas escalas. {GTI 8.3, 9.4, RRP}

Los avances logrados desde el TIE indican que las influencias humanas discernibles, lejos de circunscribirse a los promedios de temperatura, abarcan otros aspectos del clima, como los valores de temperatura extremos o las pautas de viento.{GTI 9.4, 9.5, RRP}

Es probable que las temperaturas de las noches más cálidas, de las noches más frías y de los días más fríos hayan aumentado por efecto del forzamiento antropógeno. Es más probable que improbable que el forzamiento antropógeno haya agravado el riesgo de olas de calor. El forzamiento antropógeno ha contribuido probablemente a modificar las pautas de viento, afectando a la trayectoria de las tempestades extratropicales y a las pautas de temperatura en ambos hemisferios. Sin embargo, los cambios observados en la circulación del Hemisferio Norte son mayores que los simulados por los modelos en respuesta al cambio del forzamiento durante el siglo XX. {GTI 3.5, 3.6, 9.4, 9.5, 10.3, RRP}

Es muy probable que la respuesta al forzamiento antropógeno haya contribuido al aumento de nivel del mar durante la segunda mitad del siglo XX. Hay cierta evidencia de que la influencia humana sobre el clima ha afectado al ciclo hidrológico, y particularmente a las pautas de cambio de las precipitaciones terrestres observadas a gran escala durante el siglo XX. Es más probable que improbable que la influencia humana haya contribuido a la tendencia mundial creciente que se aprecia en las extensiones afectadas por sequías desde los años 70 y en la frecuencia de las precipitaciones intensas. {GTI 3.3, 5.5, 9.5, RT.4.1, RT.4.3}

El calentamiento antropógeno de los tres últimos decenios ha ejercido probablemente una influencia discernible a escala mundial sobre los cambios observados en numerosos sistemas físicos y biológicos. {GTII 1.4}

Una síntesis de diversos estudios evidencia claramente que es muy improbable que la concordancia espacial entre las regiones del mundo que han experimentado un calentamiento perceptible y la ubicación de los cambios importantes observados en numerosos sistemas naturales en sintonía con el calentamiento se deba únicamente a la variabilidad natural de las temperaturas o a la variabilidad natural de los sistemas. Varios estudios de modelización han vinculado ciertas respuestas específicas de los sistemas físicos y biológicos al calentamiento antropógeno, pero solo se ha realizado un pequeño número de estudios al respecto. Conjuntamente con la evidencia de un importante calentamiento antropógeno promediado para cada continente (excepto la Antártida) en los últimos cincuenta años, es probable que el calentamiento antropógeno de los tres últimos decenios haya ejercido una influencia discernible sobre numerosos sistemas naturales. {GTI 3.2, 9.4, RRP; GTII 1.4, RRP}

En la actualidad, ciertas lagunas y limitaciones impiden atribuir más detalladamente las causas de las respuestas observadas de los sistemas naturales al calentamiento antropógeno. Los análisis disponibles son limitados en términos del número de sistemas, de la longitud de los registros y de las ubicaciones examinadas. La variabilidad natural de la temperatura es mayor a escala regional que a escala mundial, lo cual afecta a la posibilidad de identificar los cambios acaecidos en respuesta al forzamiento externo. A escala regional, influyen también otros factores no climáticos (por ejemplo, los cambios de uso de la tierra, la polución, o las especies invasivas). {GTII 1.2, 1.3, 1.4, RRP}

  1. ^  El análisis de la incertidumbre restante está basado en metodologías actuales.